martes, 5 de octubre de 2010

Nuestras raices no se deben arrancar



Hoy una vez mas, luego de tantos años y de tantos festejos del bicentenario en nuestras tierras americanas, seguimos olvidando de donde venimos, de lo que padecen nuestras raíces, damos una vuelta de hoja al pasado horrible donde los mas débiles debían morir, para hacerlo presente, en esta ocasión ya no hay oro, plata, tantos minerales, pero falta profanarles lo ultimo que les queda, sus tierras.
Como si ya no fuese suficiente el sufrimiento que padecieron nuestros ancestros indígenas, hoy tienen que seguir muriendo, luchando, angustiándose, por los maltratos que sufre su pueblo, por los intentos de erradicación de su cultura, mezclan sentimientos de impotencia frente a quienes están en mejor posición y les hacen sentir la desigualdad de poder, impotencia que sufren por disputar y morir por aquello que es suyo por derecho y que nadie debería si quiera intentar quitarles.
Después de tantos años, siguen discriminándolos e irrespetando su cultura por considerarla inferior, básica, o simplemente por intereses económicos en las tierras que estos pueblos viven, los atacan impunemente para robar los recursos naturales de nuestras tierras, y en clara disparidad de condiciones, es triste que ocurra esto y los medios lo oculten esta barbaridad,ya sea por las enfermedades del hombre blanco y por fusilamientos justificados por la falsa adjudicación de supuestos actos de terrorismo, estamos asistiendo al nuevo exterminio de nuestros hermanos indígenas.
Esto esta ocurriendo hace años en toda Latinoamérica con claro apoyo de los respectivos gobiernos, ocurre en Perú, Brasil, Colombia, Chile, por mencionar los que recuerdo, en todos los casos lo única razón que existe para esto es la alimentación ganancial de algún empresario, o alguna empresa privada, o monopolio que necesita las tierras de nuestros hermanos indígenas para seguir incrementando su poder y hegemonía. Todos somos cómplices por callar esta lamentable verdad, por seguir creyendo que el silencio es inocuo. Cuando deberíamos estar todos apoyando la causa de los débiles, de los que no se pueden defender de las enormes corporaciones, todos los días vemos como los medios omiten estas noticias, y seguimos haciendo de cuenta como si ellos no existieran, sin sentir culpa alguna seguimos olvidando a aquellos que por no salir en los medios nos hacen creer que no existen.


KARINA ANALIA DIAZ

2 comentarios:

  1. Creo que es la tarea pendiente que tenemos... Yo también lo siento como vos... Hay que militar por los pueblos originarios!!!
    Un abrazo

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  2. de nada ester garcias por tu comentario solo digo lo que creo y siento..un abrazo enormeee

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